Cuenta con una base más ancha en la cabeza del tornillo que distribuye la presión y ayuda a mejorar la fijación en la superficie, cuenta con dos hilos de rosca, lo que permite un mejor agarre o sujeción en materiales específicos, tiene una arandela de neopreno que acompaña al tornillo para ofrecer un sellado hermético, evitando filtraciones de agua y protegiendo contra la corrosión, 1000 horas en la prueba de niebla salina (HCS, por su sigla en inglés High Corrosion Salt), lo que implica que este tornillo está diseñado para resistir la corrosión en entornos muy expuestos, como en aplicaciones exteriores o en ambientes marítimos, estos tornillos son comunes en techos de metal o de lámina, donde la combinación de neopreno y alta resistencia a la corrosión es importante para evitar el deterioro de la instalación.