Este tipo de tornillo tiene una cabeza con forma cilíndrica, lo que significa que es completamente redonda en su parte superior y suele tener un hueco hexagonal interno para permitir el uso de una llave Allen (también conocida como llave hexagonal) para apretarlo o aflojarlo. El tornillo tiene un recubrimiento de zinc, que se aplica a través de un proceso de galvanización. Este recubrimiento tiene como objetivo proteger al tornillo de la corrosión y del desgaste debido a la exposición al ambiente, especialmente en condiciones húmedas o en ambientes donde el oxígeno o la humedad pueden afectar el metal. El zincado mejora la durabilidad del tornillo al ofrecer resistencia a la oxidación y a la corrosión. Dependiendo del proceso de zincado, el tornillo puede tener un acabado brillante o mate, y puede estar diseñado para resistir la corrosión durante años, dependiendo de la cantidad de zinc aplicado. Este tipo de tornillo es usado en diversas aplicaciones donde la resistencia al desgaste y a la corrosión es importante, como en maquinaria, equipos de exterior, y vehículos.
